Cota de partida: 268 m
Cota máxima: 715 m
Cota de llegada: 80 m
Distancia: 16,13 km
Se inicia el recorrido de esta ultima etapa del Gr 105 en Cangas de Onís, donde tenemos que dirigirnos hacia la iglesia de Nuestra Sra. De la Asunción, que está en la zona alta de Cangas; bordeándola nos dirigimos hacia el cementerio, a cuya derecha se coge una carretera en la que un prolongado ascenso nos va llevando hacia el área recreativa del Llano del Cura, obviando cuantos desvíos de tierra nos encontramos. Este área ofrece una buena vista sobre Cangas de Onís y sobre la Sierra del Sueve.
Al salir del área se coge el camino de la derecha que asciende fuertemente y que al poco trecho se ensancha convirtiéndose en una buena pista.
Continuamos la fuerte ascensión por ella ignorando todos los desvíos a la izquierda y derecha, hasta que se llega a una curva en 180º donde tenemos una vista de la Sierra de Següenco, así como una excelente panorámica del Valle de Onís, donde el paisaje se abre hacia el Este.
En esta curva se coge el desvío de la derecha, que en ascenso llega a la línea de cumbres; aquí tenemos bajo nuestros pies a la derecha la gran curva que el río Sella realiza en la zona de Caño. Merece la pena subir los cuatro o cinco metros que hay hasta el montículo que tenemos a la izquierda y casi al final de la pequeña recta para tener una visión de 360º de la zona.
Siguiendo por la pista vemos de frente de nosotros el pico Següenco con sus antenas encumbradas en lo alto; al poco trecho se encuentra una encrucijada de caminos, uno a la derecha que baja, otro a la izquierda que también desciende, y uno en el centro, que se dirige hacia el fondo del valle en subida, transcurre el camino a media ladera y después de llegar debajo del pico gira y pasa a la otra ladera para dirigirse al collado que tenemos enfrente; una vez allí vuelve a dar otro giro de 180º y nos mete en la ladera este.
Al poco trecho vemos por debajo de nosotros la carretera que se dirige al pueblo de Següenco, y se encuentra un camino de tierra a la derecha por donde llegamos a la parte alta del pueblo, el cual se atraviesa siempre en dirección sur hasta encontrar done continúa la pista.
Nada más salir del pueblo se encuentra un amplio cruce con varios indicadores que nos dicen el camino a seguir hasta el Pico Següenco; la ruta coge la desviación de la izquierda dejando a la derecha la del pico, y casi inmediatamente después existe otra encrucijada de tres caminos: primero uno a la derecha que ignoramos y luego dos más; el de la izquierda discurre junto a una pared de piedra con valla metálica, y el de la derecha asciende ligeramente; es por este por donde tenemos que subir, para encontrar al cabo de un rato una bella cabaña.
Se continúa por la pista ignorando los dos próximos cruces a la derecha, y se empieza a contemplar de frente de nosotros las impresionantes moles del Macizo del Cornión de los Picos de Europa, hasta el momento en que se empieza un ligero descenso, donde nos topamos frente al angosto valle del río Dobra.
Poco después aparece una explanada con un desvío a la izquierda, por el que giramos abandonando la pista que desciende hacia el fondo del valle, y dejando casi inmediatamente después el camino que sale a la izquierda que desciende para coger el de la derecha, que en ascenso poco después llega a las cabañas de los Pallares.
Continuando por la pista, recientemente restaurada, que circula a media ladera pasamos junto a un abrevadero donde podemos coger agua, ya que es la última fuente por la que pasamos hasta el final del recorrido.
Poco después de pasar la fuente, la pista termina en una pequeña explanada, donde hay dos caminos, uno a la izquierda y otro a la derecha, que se dirigen ambos en sentido opuesto bordeando el monte. Siguiendo por el de la izquierda nos encontramos encima de nosotros y a la derecha una señal que nos indica que entramos en el Parque Nacional de los Picos de Europa; desde este punto la pista se transforma en un camino carretero con piedras salpicadas por el piso y que asciende ligeramente para llegar casi seguido a la majada de Najuentes, donde existen unas cabañas.
Aquí el camino se vuelve a bifurcar, debiendo continuar por el de la izquierda, que hace una ligera U y que se dirige al fondo del valle para luego continuar por la otra ladera, discurriendo entre vegetación de porte bajo; al otro lado de la ladera se ve un pequeño pico cuya izquierda es muy vertical con abundante vegetación y cuya ladera de la derecha es algo tendida con bastante piedra: es por esta ladera por donde tenemos que rodear el pico y dirigirnos hacia el Monte Auseva, que es el que vemos detrás del pico, que tiene en la línea de cumbres algún que otro árbol.
Poco después de pasar Najuentes podemos echar la vista atrás y tener otra buena perspectiva de esta bella majada, y al fondo sobre ella las antenas del Pico Següenco, el cual veremos por última vez.
Siguiendo por la senda, ésta inicia un ligero ascenso y parece que se convierte en un camino mas ancho de hierba, para llegar a un pequeño collado, donde tenemos una espléndida vista del Macizo del Cornión con la Torre de Santa María de Enol destacando por encima de todas las demás.
Al llegar al collado debemos estar muy atentos ya que poquísimos metros mas adelante nuestra ruta gira bruscamente a la izquierda, abandonando el camino que parece que deberíamos seguir porque discurre llano y enfrente de nosotros, para introducirnos a media ladera y bajar a la gradería que está a la izquierda.
Sirva como referencia una cabaña que se encuentra totalmente rodeada de árboles en la parte alta, es Soperi de Arriba.
Una vez hemos bajado por el sendero de piedra y llegado a la pradera debemos dirigirnos hacia su derecha y bajar junto a la peña, para encontrar un pequeño sendero justo donde la roca parece que desaparece, ya que las afloraciones de caliza no sobresalen tanto.
Una vez empieza a llanear el camino y comienza el descenso vemos debajo de nosotros el pueblo de Llerices, y sobresaliendo por la ladera, la Cruz de Priena, que se encuentra al lado de Covadonga, lugar final de este Gran Recorrido.
Poco después volvemos a encontrarnos a la izquierda del sendero con unas cabañas y después con un prado: estamos en la majada de Estellero, la cual atravesamos y continuamos el descenso en la misma dirección para poco después iniciar un pequeño ascenso que nos lleva a un gran prado totalmente rodeado con un muro de piedra, es el Caserío de Peñalba.
Una vez llegados al prado el camino discurre hacia el collado, donde vemos a la derecha una magnífica edificación. Es hacia estos edificios de la derecha donde el camino se dirige, para coger unos metros antes de llegar a las casas un camino que se encuentra flanqueado por dos muros de piedra.
Cogiendo este camino ya convertido en pista y que discurre por debajo de los edificios vistos anteriormente, nos encontramos en una curva pocos metros después con una vista impresionante de la Basílica de Covadonga.
Ya no nos queda más que continuar el descenso pronunciado de la pista por entre el bosque para llegar poco más de quince minutos a la explanada de la Basílica de Covadonga, final de este GR que desde Oviedo nos ha llevado al corazón de Asturias.
Ruta alternativa
Estaba previsto hacer solamente parte de la ruta, pero todos la hicieron entera.